¿Por qué coaching y no consultoría o terapia psicológica?

El coaching es una forma o metodología de mejoramiento personal y profesional que utiliza un enfoque parecido al de la ‘psicología positiva‘. En una relación de coaching, el coach ayuda al cliente (o coachee, como se  llama al que recibe coaching) a que avance efectivamente hacia el logro de sus objetivos. Esto se hace a través de sesiones de coaching donde las preguntas del coach confrontan al coachee con sus objetivos reales, su bagaje emocional, sus fortalezas y debilidades o limitantes, para luego guiarle hacia las acciones –si es posible definidas por el propio cliente- y la creación del compromiso necesario para sacar adelante dichas tareas.

A diferencia de las recomendaciones de los puristas del coaching  -especialmente en las áreas de coaching de vida olife coaching-, quienes aseveran que el coach no debe ofrecer juicios de valor, ni posibles soluciones que no emerjan del propio coachee, los coachs más exitosos suelen serlo no sólo porque son excelentes haciendo las preguntas acertadas, sabiendo escuchar y guiando al cliente a que encuentre las acciones adecuadas, sino porque tienen el conocimiento experto en el área específica del problema o entorno del cliente, con lo cual, además de lo anterior, pueden guiarle por las opciones más efectivas para conseguir sus objetivos.

Por lo que en coaching, si se cuenta con la contribución del conocimiento experto en el área de trabajo o de enfoque en la que se hace coaching, es en definitiva mucho mejor que consultoría pura o coaching puro. Con respecto a la terapia, está claro que no se puede ofrecer terapia psicológica si no se tiene el grado, certificación y colegiatura adecuada. Aunque es evidente que el trabajo del coach impacta directa -y esperamos que siempre positivamente- en la psique del cliente, en el caso de que un cliente presente indicios claros de patologías psicológicas, o si como coach dudas de los resultados posibles o de si puedes lidiar con el estado emocional del cliente, la psicoterapia puede que sea el siguiente paso. Por eso es bueno conocer a psicólogos o psiquiatras a los cuales referir dichos clientes. Si averiguas que los problemas de un cliente puede que pongan en peligro la salud emocional o psiquica de si mismo o de otros, debes cesar las sesiones de coaching y recomendarle a un psiquiatra.

Entre la psicoterapia y el coaching, la diferencia más importante es que en la psicoterapia en su enfoque tradicional, analiza el pasado del paciente para entender su presente, en cambio con el coaching no se indaga en el pasado, sino que se explora la realidad y el entorno presente del cliente para partir de allí hacia el alcance de sus objetivos. Lo mejor del coaching es que los clientes, cuando contratan a un coach, suelen ser proactivos, están dispuestos a mejorar y se comprometen con ellos. Por ello muchos psicólogos están mirando hacia el coaching como camino posible para utilizar sus conocimientos y ejercer su profesión (mientras que otros reniegan del coaching porque les quitan a los clientes más colaboradores).